La pesca al eging es una técnica especializada para capturar calamares y sepias en la superficie y media agua del Estrecho de Gibraltar. Utilizamos señuelos “egi” — imitación de gambas con cuerpo aerodinámico y falda de silicona — que, con un movimiento oscilante, simulan el nado natural de la presa. El eging ofrece acción rápida, gran sensibilidad al bite y excelentes resultados al atardecer y de noche, cuando los cefalópodos ascienden para alimentarse.
Caña y carrete: Cañas específicas de eging, acción media-ligera (2.0–5.0 g), 2,1–2,4 m de largo, emparejadas con carretes tipo spinning 2500–3000 de ratio medio-alto (5.2:1–6.2:1) para lanzados precisos.
Señuelos Egi:
Tamaños 2.5, 3.0 y 3.5 (7–12 g).
Colores naturales (gamba, langostino) y tonos fluorescentes para aguas turbias.
Con pesos internos y falda antienredo.
Hilo y líder: Trenzado 10–15 lb para máxima sensibilidad; líder fishing nylon de 15–20 lb o fluorocarbono fino para reducir visibilidad.
Lanzamiento: Proyecta el egi cerca de bordes rocosos, escollos o luces de boya.
Caída controlada: Deja descender el señuelo sin recoger, detectando el toque ligero del calamar al aferrar con sus tentáculos.
Movimiento “hopping”: Con golpes de muñeca cortos y firmes, levanta el egi 20–30 cm y deja caer libremente, imitando el brinco de la gamba.
Recuperación lenta: Reel con pausa de 2–3 segundos tras cada hopping; muchas picadas vienen en esa pausa.
Anzuelado y recogida: Al notar peso, recoge de forma constante manteniendo tensión para enganchar bien y evitar que el calamar suelte tinta.
Horarios nocturnos: Mejor entre media hora después de la puesta de sol y medianoche, aprovechando luz artificial de barcos o puertos.
Zonas de afloramiento: Caladeros cercanos a cabos y rompientes donde los calamares concentran bancos de peces pequeños.
Variación de colores: Con aguas claras utiliza tonos naturales; con mar revuelto, elige colores neón para mayor visibilidad.