La pesca al popping es una técnica emocionante para atraer grandes depredadores pelágicos en la superficie, ideal para el Estrecho de Gibraltar. Consiste en mover horizontalmente un señuelo popper (plástico o madera con cavidad frontal) para generar salpicaduras y ondas que simulan un pez herido luchando en la superficie. Atunes, bonitos, palometones y lubinas son especies frecuentes que reaccionan con agresividad al popping, haciendo de esta modalidad una experiencia deportiva de gran intensidad.
Caña y carrete: Cañas de casting o multipuesto de acción media-pesada (40–100 g), longitud 1,80–2,10 m, con carretes de baitcasting de ratio alto (7:1 o superior) para recogida rápida.
Señuelos (poppers): Poppers de 80 a 150 mm, con cavidad profunda y acabados brillantes, dotados de anzuelos triples reforzados.
Hilo y líder: Trenzado 50–80 lb para máxima resistencia y sensibilidad, con líder de fluorocarbono de 80–100 lb para ocultamiento.
Lance: Proyecta el popper a zonas de actividad (olas rompientes, viradas de corriente).
Popping: Con la caña baja, impulsa el popper con sacudidas cortas y fuertes, produciendo “bloopers” y salpicaduras.
Pausa: Tras 2–3 pops, deja reposar el señuelo 1–2 segundos; muchas picadas se producen justo en la pausa.
Recuperación: Repite la acción mientras avanzas lentamente o aguardas en zona. Mantén siempre la caña apuntando al señuelo para detectar toques.
Corrientes de superficie: Busca zonas donde se juntan mareas; los peces cazan en los bordes de las corrientes.
Observación visual: Vigila aves marinas y “pistas” de peces picando la superficie.
Horarios: Las horas centrales del día ofrecen buena visibilidad y mayor actividad de superficie.